jueves, 19 de agosto de 2010

La locura de amar demasiado

El viernes queria darte hijos y acompañarte
hasta el día que ese amor deje de ser puro.
El primer día de la semana dio un vuelco,
todo se tornó indescifrable.
Su amor ya no era sólo tuyo,
una vieja parte de él reapareció.
Se encendieron las cenizas
que allí habían quedado.
Saber más fue peor, mucho.
Su confesión,un triste asombro.
"Las amo a las dos", te decía.
Buscaba justificarse:"Una es el agua, la otra el aceite";
"Una es una bolsa de plumas, otra de plomo"
Fuerte furia te domina,no sabés que decisión es la correcta.
¿Irte o quedarte?
Sufrirás de todas formas.
Seguir dandole un amor que no comparte,
sería dejar de vivir estando en su cama.
Llegaste a fabular con pasar a ser la segunda o
aventurar la vida de a tres pero la sensatez te negó esas locuras.
No importa como te presentes ante él,
pero si le das una pizca de indiferencia
morirá allí y revivirás por ese día
que desapareciste un poco del mundo.
Los otros serán diferentes, nunca igual a él.
Siempre desearás en esas personas algo
de ese viejo amor que te marcó y marcará...

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